Retomo de nuevo la palabra escrita para volver ha dejaros publicado otro texto más y así continuar con esta labor nostálgica, de la cual se va nutriendo especialmente el blog. El asunto del que en esta ocasión os voy a hablar guarda relación con los muertos. Ya se que hablar sobre este tema da cierta grima, pero como hoy es día dos de noviembre, fecha donde se conmemora a los difuntos, que mejor ocasión para hablaros de cómo era aquella antigua costumbre de enterrar a los muertos en Mozos de Cea. Hablaros sobre esta costumbre, a mi juicio, no deja de ser una forma de rescatarla del olvido y a su vez honrar a los muertos del pueblo. Y una vez expresadas las correspondientes palabras protocolarias, comenzaré diciendo lo siguiente. Hace ya muchos años cuando una persona moriría en Mozos de Cea no se la llevaba al tanatorio de Sahagún tal como se hace ahora, se la amortajaba y velaba su cadáver en el propio domicilio del difunto. Y en el domicilio permanecía durante las 48 horas que, según tengo entendido, son obligatorias antes de ser enterrado. Mientras duraba este tiempo de velatorio, el tañido fúnebre de las campanas tocando a posas durante el día era una constante. También era costumbre que las personas adultas y jóvenes del pueblo visitaran al difunto como señal de duelo y como deferencia a la familia del fallecido. Por supuesto que a los niños también nos dejaban ver el cadáver. Lo habitual es que fuéramos en grupo. Y allí estábamos, en silencio delante del aquel cuerpo inerte, cuya presencia a mí en particular me resultaba sobrecogedora. Por entonces me impresionaba y aterrorizaba verlo tumbado sobre la cama con los ojos cerrados, manos sobre el pecho, a veces con un pañuelo atado en la cabeza para que se le abriera la boca; luego con ese pálido color amoratado y macilento , que en realidad es el color que un cadáver nos muestra ante la muerte. ¡Qué congoja verlo así, la verdad! Máxime cuando aquel fúnebre silencio, de vez en cuando, se rompía por el lamento o lloro angustioso de algún familiar del finado. También quiero comentaros que de niño, aquel hecho de ver los cadáveres en condición "rigor mortis" tumbados sobre la cama me suponía el tener que pasar auténtico canguelo los posteriores días de la visita. Ocurría a la noche cuando me acostaba. En la cama tenía que cubrirme la cabeza con la manta y la sabana hasta quedarme dormido para así "protegerme" del inquietante visión del cadáver. Y bien, una vez transcurridos los dos días necesarios de la obligatoria espera según el ritual cristiano, el muerto era introducido dentro de su correspondiente féretro y a hombros era portado sobre unas andas negras desde el lugar del velatorio hasta el interior de la iglesia. Mientras esto sucedía, el tañido de las campanas tocando a posas era incesante. Dentro del templo como es lógico se oficiaba la habitual liturgia para estos casos. Mis primeros recuerdos que tengo sobre esta ceremonia litúrgica es que se cantaba en latín, con lo cual esta circunstancia de canturrearla en esa lengua antigua le daba un airé más fúnebre y sobrecogedora a la ceremonia. Como fui monaguillo, viví muy cercano y directo este ceremonial de difuntos oficiado por el sacerdote Bernardo Pérez Gil. Aunque bueno, también era una costumbre el que lo acompañaran en los funerales algunos de los sacerdotes que por entonces oficiaban en los pueblos limítrofes que pertenecen al Ayuntamiento de Villazando de Valderaduey. Les recuerdo salir de la sacristía y comenzar a cantar aquello de: "Dies iræ, dies illa, Solvet sæclum in favilla Teste David cum Sibylla!..( Por cierto, al respecto, los niños teníamos nuestra propia versión del "Dies iroe, dies illa...", pero eso sí, lo canturreábamos en castellano con un tono similar y en plan irreverente y guasón, claro está. Así decíamos: "diesila, diesila, el que es tonto no espabila". Cosa de niños.)
( En esta imagen se puede ver la placa que está colocada dentro del cementerio. En ella podéis ver, o leer, en su inscripción el nombre y apellidos de la persona que hacía la función de alcalde pedáneo en el pueblo el año en que fue construido este cementerio y también los mismos datos del alcalde que hacía esa misma función el año en que concluyó la reforma y ampliación del cementerio vecinal de Mozos de Cea)
( En esta imagen aparece parte del cementerio y su puerta antigua, así como el tejado de un pequeño cuchitril que hay dentro del recito. Sobre la pared de la entrada de este cuchitril, al lado mismo de su puerta, está colocada la placa que aparece en la imagen de arriba. Por cierto, el cuartucho al que me refiero, siempre oí que fue construido para realizar autopsias. No se si será cierto el que fue construido para darle esa utilidad, o es otra leyenda urbana más. Lo que está claro es que desde que tengo uso de razón jamás he visto que se realizara autopsia alguna. Es más, la única vez, que yo sepa, que se llevó a cabo este procedimiento médico en el pueblo fue en el año 1989 y se hizo en el antiguo y derribado edificio de la escuela)
( En estas dos imágenes podéis observar los nichos, panteones y cruces que se encuentran en el interior del cementerio vecinal de Mozos de Cea y sobre sus lápidas están escritos los nombres y apellidos, así como el año y la edad del fallecido. Estos datos que constan en las inscripciones de las correspondientes lápidas, todos ellos están recogidos en la lista que abajo he publicado. Son los siguientes:
.- Félix Bueno, 8/5/ 1960.
(67 años)
.- Filomena Bueno Cuesta, 12/
1/ 1964. (39)
.- Apolinar Cuesta Rodríguez,
19/ 2/ 1965. (56)
.- Antonino González Cuevas,
30/ 11/ 1965. (51)
.- Lucio Pacho, 17/ 1/ 1965.
(66)
.- Neófito Cuesta Fernández,
23/ 12/ 1966. (¿.?)
.- Luciana Cuesta Herrero, 30/ 3/ 1968. (30).
.- Emeterio Cuesta Rodríguez, 11/ 5/ 1969. (53)
.- José Fernández Martínez, 25/ 7/ 1970. (63)
.- Adolfo Pacho Fernández, 3/ 2/ 1971. (53) .
.- Úrsula Díaz Antón, 18/ 7/ 1971. (55)
.- Rafael Díaz Antón, 4/ 12/ 1972. (88)
.- Mariano Cuesta Pérez, 21/
2/ 1973. (69).- Luciana Cuesta Herrero, 30/ 3/ 1968. (30).
.- Emeterio Cuesta Rodríguez, 11/ 5/ 1969. (53)
.- José Fernández Martínez, 25/ 7/ 1970. (63)
.- Adolfo Pacho Fernández, 3/ 2/ 1971. (53) .
.- Úrsula Díaz Antón, 18/ 7/ 1971. (55)
.- Rafael Díaz Antón, 4/ 12/ 1972. (88)
.- Bonifacio González Morán, 19/ 12/ 1974. (26)
.- Alejandro Pacho, 6/12/ 1974. (80)
.- Emilio Rodríguez, 5/ 1/
1975. (76)
.- Eusebio Lazo, 6/ 1/ 1975.
(67)
.- Argimira Rodríguez, 13/ 8/
1977. (75)
.- Fernando Fernández, 11/
11/ 1977. (81)
.- Áureo Modino Conde, 27/ 1/
1978. (75)
.- Caya Bueno, 13/ 10/ 1978.
(47)
.- Guillermo Revuelta
Gutiérrez, 4/ 1980 (¿.?)
.- Aquilina Díez, 15/ 4/
1980. (85)
.- Abilio Antón Herrero, 26/ 3/ 1982. (66)
.- Abilio Antón Herrero, 26/ 3/ 1982. (66)
.- Eradio García, 19/ 8/
1982. (81)
.- Bonifacia Bueno Fernández,
29/ 7/ 1984. (69)
.- Hortensio García, 3/ 5/
1984. (57)
.- Paulino de Lucas Pérez, 3/
8/ 1984. (85)
.- Olegaria Revuelta
González, 18/ 8/ 1985. (73)
.- Maximiano Cuesta Monje, 4/
1/ 1986. (56)
.- Vicenta Fernández Conde,
20/ 11/ 1986. (82)
.- Laurentino García Vallejo,
23/12/ 1987. (58)
.- María del Rosario Modino,
2/ 11/ 1988. (79)
.- Pilar Díaz Rodríguez, 27/
4/ 1989. (66)
.- Pedro Revuelta González, 28/ 6/ 1989. (55)
.- Pedro Revuelta González, 28/ 6/ 1989. (55)
.- Dionisio Conde Morán, 26/
7/ 1989. (74)
.- Eleuterio Castellanos, 2/
1/ 1990. (79)
.- Anastasia Herrero Fernández, 22/ 9/ 1990. (89)
.- Pedro Pacho Pacho. 15/ 11/
1990. (66)
.- Julián Rodríguez, 3/ 4/
1991. (55)
.- Teodora Rebanal Valdés, 6/
1/ 1991. (67)
.- Epifanio Cuesta Rodríguez,
15/ 1/ 1992. (87)
.- Macrina Revuelta González, 10/10/ 1992. (¿.?)
.- Macrina Revuelta González, 10/10/ 1992. (¿.?)
.- Fidela Fernández, 14 / 3/
1995. (92)
.- Gerardo Fernánde Fernández,
3/ 1/ 1996. (71)
.- Camila Pérez, 18/ 5/
1996. (87)
.- Antolina Fernández, 16/ 3/
1997. (77)
.- Lucía Antón, 24/ 4/ 1997.
(83)
.- Erasmina Barreales Novoa,
17/ 7/ 1997. (74)
.- Fidel Revuelta Pacho, 18/
8/ 1997. (35)
.- Antonio Pacho Díez, 18/ 9/
1997. (¿.?)
.- Ascensión Pacho Fernández,
17/12/ 1998. (90)
.- Froilana Modino Morán, 11/
10/ 2000. (85)
.- Dionisio Pacho Fernández, 22/ 12/ 2000 (80)
.- Dionisio Pacho Fernández, 22/ 12/ 2000 (80)
.- Froilana Morán Fernández,
18/1/ 2001. (83)
.- Crescencio Morán Fenández,
15/ 8/ 2001. (78)
.- Pilar Pacho Fernández, 17/
1/ 2002. (91)
.- Lorenzo Caballero Cuesta,
10/ 7/ 2002. (78)
.- Gaudencia Novoa Lazo, 12/
8/ 2002. (87)
.- Julio de Lucas Gago, 17/
11/ 2002. (91)
.- Margarita Cuesta Modino,
6/ 7/ 2003. / (67)
.- Silvio Morán Fernández, 20/
6/ 2003. (83)
.- Irineo Pacho Díez, 24/ 9/
2003. (69)
.- Felipa Conde Taranilla,
13/ 12/ 2003
.- Antonia Cuesta Gago, 12/
2003. (98)
.- Carmen Pérez Rodríguez,
12/ 12/ 2004. (59)
.- Faustina Pacho Rodríguez,
10/ 4/ 2005. (91)
.- Marta Morán Cuesta, 5/ 2/
2006. (34)
.- María Bartolomé Díaz, 7/ 3
/2006. (94)
.- Ezequiela del Blanco
Bueno, 2/ 6/ 2006. (77)
.- Lorenzo Díaz Rodríguez, 9/ 6/ 2006. (81)
.- Lorenzo Díaz Rodríguez, 9/ 6/ 2006. (81)
.- Juan Rodríguez Antón, 5/
12/ 2006. (84)
.- Avelina Cuesta Fernández,
15/ 10/ 2008. (76)
.- José Luis Pacho Rodríguez,
9/ 2/ 2010. (70)
.- Epifanio Morán Fernández,
28/ 5/ 2010. (87)
.- Lidia Morán Fernández, 3/
12/ 2010. (84)
.- Dionisia Pacho Rodríguez,
10/ 7/ 2013. (86)
.- Aníbal Morán Fernández, 15/ 4/ 2014. (83)
.- Aníbal Morán Fernández, 15/ 4/ 2014. (83)
.- Exuperancia Pacho Taranilla, 21/5/ 2015. (¿.?)
.- Vicente Díaz Rodríguez, 5/ 7/ 2015. (79)
.- Dalmacia del Blanco Bueno, 31/ 1/ 2017. (91)
.- Hipólita Cuesta Modino, 8/ 5/ 2017. (87)
.- Serapio Lazo Fernández, 5/ 7/ 2017. (81)
Quizá os pueda llegar un tanto triste el mensaje de este párrafo por el asunto del que trata, aún así, espero que su lectura al final os haya resultado amena y a su vez, cuanto queda escrito, nos sirva para recordar y conmemorar a todas aquellas personas del pueblo que ya no están entre nosotros.
Largos días y plácidas noches a todas y a todos
Rafael