Supongo que la mayoría de los lectores de este blog les costará mucho hacerse a la idea de que hace alrededor de unos cincuenta años en Mozos de Cea no había los cuartos de baño que felizmente existen hoy en día en todas las casas del pueblo, y en alguna hay hasta dos. Pues sí, créanme que lo que os comento es cierto. Y a buen seguro podrán corroborar este hecho todas aquellas personas del pueblo de unos cincuenta años en adelante. La instalación de los primeros cuartos de baños en el pueblo se llevó a cabo una vez que llegó el abastecimiento de agua corriente a cada vivienda. Las obras de canalización y alcantarillado del agua corriente finalizaron a principio de la década de los ochenta, con lo cual fue por aquellos años cuando se construyeron los primeros cuartos de baño. Obviamente con su construcción, cambio radicalmente las costumbres del aseo personal y necesidades fisiológicas de todas las personas que por aquellos años vivían en el pueblo. Ya de por sí el disponer de todo el agua que se necesitaba sin tener que desplazarse en su busca a alguna fuente era un alivio y además vivir en unas condiciones más saludables. Por aquellos años sin agua corriente dentro de las casas era de la fuente "El Caño" normalmente- por aquella época estaba en perfectas condiciones- de donde se abastecían la mayoría de vecinos del pueblo .Con los calderos y baldes de chapa era como se trasportaba el agua hasta casa. Había quienes tenían un pozo en su corral y de este acuífero se abastecían con lo cual se evitaban desplazarse hasta el caño. Si el pozo manaba con abundancia, estaban de suerte porque podían disponer de el agua necesario para sus diferentes utilidades. Creo que nunca se analizaba el agua del pozo para ver si era o no salubre. No importaba, nos bebíamos igual aquella agua que acostumbraba a salir muy fresca. Ya saben: lo que no mata, fortalece.
Está claro que cuando no existe un cuarto de baño en una casa, a la hora de hacer de cuerpo, eufemismo que se acostumbra, o acostumbraba a decir por allí en vez de su palabra natural: cagar o defecar, pues había que hacerlo de un modo un tanto discreto, o íntimo, en cualquier lugar de la casa que estuviera adaptado para esta circunstancia; como por ejemplo las cuadras o corrales de ovejas, si daba la casualidad de que éste último se hallaba aledaño a la vivienda. También se hacía encima del estercolero, o moledero como normalmente se nombraba al montón de estiércol que había apilado en el corral y que provenía de las moñigas de los animales que se hallaban encerrados en las cuadras: vacas y mulos; también de la paja ya podrida que había servido para "mullir" el suelo de la cuadra. Desde luego que cuando se defecaba en el moledero, discreción ninguna por que se hacía "cara al público". Pero era público de casa, claro está. En este lugar las que eran "espectadoras" de primera fila eran las gallinas que se arremolinaban ansiosas e inquietas, esperando el momento que terminaras para lanzarse a picotear los excrementos. Así como lo oyen. Algunas ni esperaban a que terminaras. El papel higiénico como era lógico brillaba por su ausencia. Por tanto cada uno se las apañaba como podía para limpiarse el pompis. Para ello se echaba mano de papeles de periódico cuando los había, que era la menor de veces; o el papel de los sacos de cemento, tampoco abundaban. Les había que utilizaban las hojas de higuera. ( En campo abierto las piedras o un puñado de hierbas secas hacían la vez de papel higiénico) Y cuando no había nada a mano, oye, pues que se fuera secando por si solo. También hubo personas ingeniosas que les dio por construir un rudimentario y original retrete en su vivienda. Consistía en una silla vieja a la que hacían un agujero en el asiento y debajo del agujero colocaban un recipiente viejo o deteriorado, como por ejemplo un balde, caldero, palangana.. Siempre había alguna persona que se encargaba de vaciar las heces del recipiente. Imagina que sería siempre la misma, por que estaría hecha a la situación, de lo contrario: ¿ a ver quien era el generoso voluntario que se apuntaba cada día a tan nauseabunda faena? . ¿Igual no te crees que esto ocurrió así?. Pues no te miento, así que debes creerlo. Se de dos casas que utilizaban este " original retrete casero". Y bueno, basta ya de temas escatológicos que aparte de no resultar nada agradables, apestan solo con imaginar la situación. Pero fue la cruda y dura realidad que se vivió en Mozos de Cea por entonces, y habrá que contarlo ¿ o no hace falta por nauseabundo?. Como arriba indico, no siempre fuimos "tan exquisitos" y tuvimos los elegantes cuartos de baño que hay ahora en el pueblo, con todas esas "moderneces habidas y de por haber" relacionadas con el aseo personal y otras necesidades fisiológicas. Ah, por cierto, por aquella época de darse un bañito con su gel correspondiente, "nanay de la china. Si la ocasión requería, fiesta del patrón o algún acontecimiento especial en plan familiar, balde lleno de agua y a "lavarse un poco por arriba". Aunque lo más normal era utilizar la palangana colocada sobre su correspondiente palanganero y a darse un lavado de cara, o de pelo si se terciaba, con la pastilla de jabón de lavarse las manos; a veces cuando se carecía de ésta, se echaba mano de la pastilla de jabón que se empleaba para lavar la ropa. Para quitar la suciedad tanto de la piel como de la ropa, por entonces cualquier jabón valía. Las mañanas de domingo antes de la asistir a la misa era habitual este "lavado", afín de evitar en lo posible que soltaras el apestoso olor a cuadra, o a sudor, que por aquellos años era muy habitual por razones obvias. ¡Vaya ahora que recuerdo...sí que hubo un cuarto de baño en una casa del pueblo!. Se trataba de la "casa del cura". Edificio que lamentablemente hoy en día está prácticamente en ruinas. Su construcción finalizó allá por el año 1956 y al tratarse de la "Casa Rectoral", se instaló un cuarto de baño en su interior. Aunque bueno, más bien se colocó en un cuchitril de reducidas dimensiones uno de aquellos antiquísimos inodoros a los que popularmente se conocía por "cagadero". El inodoro era lo único que tenía aquel "cuartucho de baño". Al no haber agua corriente, para limpiar los excrementos empleaban la del pozo que había en el patio de esta vivienda. Había un pozo séptico situado en el corral. No se trataba de un pozo séptico ciego por que el agua putrefacta que contenía en su interior acostumbraba a salir hacia el exterior; en concreto hacia la calle "La Huesera". ¿Se pueden imaginar el tufo que soltaría aquel agua corrompida, sobre todo en verano? En fin;....
( En esta imagen aparece un inodoro antiguo, que es muy parecido al aquel que instalaron en la "Casa rectoral". Como podéis observar también aparece un caldero junto al inodoro. Esta circunstancia indica que no debe haber agua corriente en este cuarto de baño, por lo cual la situación es idéntica a la que se daba en la casa del cura. )
Ya que he hecho referencia al pozo, aprovecharé para comentaros que en la mayoría de los corrales de las viviendas del pueblo siempre hubo un pozo que se cavaba a mano; ya saben: a pico y pala. Y a base de días y de darle duro con la herramienta, se iba cavando profundamente el agujero con el fin de dar con una corriente que manara abundante. Una vez encontrada, se vaciaba el agua que se iba acumulando dentro del agujero y se continuaba cavando para darle mayor profundidad. Todo con el fin de que en el interior del pozo se acumulara la mayor cantidad de agua posible. Lo normal es que siempre apareciera la corriente del agua una vez que se habían cavado sobre 6 metros aproximadamente. Hubo ocasiones que se llegó a cavar profundidades de hasta 10 metros y la corriente de agua seguía negándose a aparecer. Esta nefasta circunstancia hacía el que se desistiera en seguir cavando. Otro problema con referencia a las corrientes subterráneas era que cuando un vecino cavaba un nuevo pozo podía darse la casualidad de que era la misma corriente que venía o iba al pozo ya construido de otro vecino, con lo cual le "birlabas" involuntariamente el agua y al final hasta acabara secándose ese pozo con el tiempo. Por otra parte, al agujero cavado, para evitar que se "esvarnizaran" sus paredes (corrimiento de tierra) se las cubría con ladrillo. La cubierta del pozo lógicamente también era de ladrillo. Así era su acabado. No siempre fue el método del ladrillo quien revistió sus paredes, muchos años atrás se utilizaban "cantos", (piedras gruesas) y con barro haciendo función de argamasa para las piedras cubrían las paredes de los "pozos encantados" como en el argot popular se les nombraba. Y además muchos de éstos pozos encantados su cubierta estaba fabricada con madera. Los pozos más modernizados tenían todos adosados a la cubierta su correspondiente pila hecha con ladrillos y "raseada" toda ella. Para la extracción del agua, en algunos pozos se utilizaba la tradicional polea, acompañada de cadena o soga, y caldero por supuesto. Pero la mayoría tenía sobre la cubierta del pozo amarrada con tornillos la típica "bomba de agua". Este artilugio de hierro llevaba una palanca y manualmente a base de continuos movimientos de arriba hacia bajo conseguías que fluyera el agua del pozo. Por cierto, el último pozo que se cavó en Mozos de Cea a la manera tradicional, que no es otra que a pico y pala, fue el que construyó en el patio de su vivienda Irineo Conde Pacho (Neo). Creo que fue en el año 2009 , año arriba o año abajo. Nadie más ha vuelto a construir otro pozo . Y mira que ahora te los hacen en un "pis pas" con una retro excavadora. Sin tener que reventarte por darle de continuo al pico y a la pala y tirar de la cuerda del caldero lleno de tierra para sacarla al exterior toda la que se va cavando porque ya no se puede por la profundidad palearla hacia afuera. Pero se ve que ya no es necesario esta tradición. Agua de momento en casa hay para dar y tomar. Pues nada, otra más que desapareció. ¿Y van...?
( Idénticas que la "bomba de agua" que aparece en esta imagen eran las que había en el pueblo para extraer el agua de los pozos. Podéis observar en su parte derecha la palanca de la que arriba hablo y que a base de movimientos de arriba abajo ascendía el agua por un tubo fino que se colocaba debajo de la bomba. La punta de ese tubo tocaba prácticamente el fondo del pozo y tenía en su final una válvula con el fin de que no se filtrara tierra que obstruyera el tubo y a su vez no se descargara. Popularmente se nombraba a esta válvula "la cebolleta del tubo".)
Cuando ya apenas se construían los tradicionales pozos ubicados dentro de los corrales de las viviendas y algún que otro fuera del casco urbano, estos últimos desde siempre se han empleado para el riego de los huertos, comenzó a construirse los modernos "pozos artesianos". Obviamente la construcción de este tipo de pozo te garantizaba disponer de agua abundante para poder almacenarla dentro de los estanques con gran capacidad de metros cúbicos. Pero claro está, soló era posible si al perforar el subsuelo se encontraba un gran acuífero de agua que la hiciera fluir con mucha presión y en abundancia hacia el exterior. Y por desgracia al parecer en el subsuelo de Mozos de Cea no se hallan este tipo de corrientes subterráneas. Ejemplos hay bien claros. Uno de ellos es el que llena el depósito que abastece de agua al pueblo. En su día se tuvieron que perforar dos pozos a fin de que tuviera la suficiente presión para que fluyera el agua al exterior de manera natural. Pero al final resignados ante el imposible, se decidió instalar dos bombas eléctricas para hacer fluir el agua con cierta presión: de momento la suficiente para llenar el depósito. Bueno, también digamos que hay una excepción que confirma la regla, se trata del pozo artesiano ubicado en el patio de la vivienda de Lorenzo Cacheda. ( "El maestro", como se le conoce popularmente) Parece inverosímil que pueda fluir con tantísima presión y abundancia el agua de este pozo. Pero así es. Una de esas gratas sorpresas que rara vez se presentan sabiendo como está el panorama de los acuíferos subterráneos en el pueblo . Recuerdo por entonces oír a menudo a las personas mayores el que los artesianos de Mozos de Cea "echaban menos agua que la meada de un gato". Así que háganse la idea de la cantidad de líquido que mea un minino y después hagan comparaciones. Comentaros que el primer pozo artesiano que se construyó en pueblo estaba, o creo que sigue estando por que hace muchos años que no le he vuelto a ver, ubicado en una finca de Demetrio Díaz. Justo enfrente de donde siempre hubo un puente situado encima de la "Reguera grande" ( o "El río" como popularmente se ha nombrado siempre a esta reguera) y que servía para cruzar el camino hacia Valdescapa. Recuerdo que fue una gran novedad la perforación de este primer artesiano en el pueblo. Por esta razón normalmente había personas de continuo todos los días viendo como se construía. Una vez acabada su perforación, se le colocó un tuvo encorvado y a través de él salía un chorro considerable de agua. No fueron únicamente los propietarios de aquel pozo conocido como "El artesiano del tío Demetrio", quienes emplearon aquel agua para su correspondiente uso, sino que también el resto de personas del pueblo se sirvieron de ella. Por que los propietarios nunca ponían pega alguna; además el agua se desperdiciaba de continuo por que corría hacia la reguera. El artesiano por entonces siempre fue parada obligatoria, o necesaria, para saciar la sed de: pastores, labradores, paseantes, etc. También lugar idóneo para que de vez en cuando lavaran su ropa las mujeres. Y como se trataba de agua limpia y de fluir constante, cuando se hacia la matanza del cerdo y había que lavar a conciencia sus vísceras para luego convertirlas en chorizos o morcillas, era frecuente que las mujeres hicieran allí esta engorrosa labor que indico. Luego a este primer artesiano fueron sucediéndole otros de idéntica construcción y el fluir del agua con parecida presión y abundancia. Siempre bajo mínimo. Lo que sí tenían la mayoría de los construidos a los largo y ancho del término de Mozos de Cea era una amplio estanque justo al lado del chorro del agua. Popular fue "El estanque de Juanito" ubicado en el término conocido como "San Millán". Tenía una considerable capacidad de metros cúbicos aquel estanque utilizado en exclusividad para el riego. Aunque también fue un lugar idóneo para que los mozos del pueblo nadasen en él, normalmente los domingos o días festivos de verano. Algún que otro osado chaval que apenas sabía nadar, corriendo todo el peligro del mundo mundial, dentro de aquel estanque se metía. Aunque bueno, en una ocasión no fue un chaval quien casi la prepara gorda, sino un mozo crecidito que se hizo el valiente, y si saber nadar, allá que se zambulló. Menos mal que el personal que se hallaba dentro o fuera del agua estuvieron atentos y prestos para sacarlo, de lo contrario ni lo cuenta el infeliz.
Y hasta aquí los tradicionales pozos cavados a pico y pala y también los pozos artesianos que se construyeron después por que fue evolucionando el tiempo. Y también aquellas antiguas y poco saludables viviendas de los vecinos del pueblo que carecían en su totalidad de un necesario cuarto de baño. Todo lo aquí ya narrado pertenece a un tiempo ya bastante remoto, aunque aparentemente cercano. Forma parte de una situación verídica y una experiencia que muchos de nosotros vivimos en carne propia. Y aquí se queda escrita a fin de que sigáis almacenando en el "disco duro" de la memora, otro capítulo más de la Historia de nuestro pueblo. Siempre que os interese, o importe, dejarle el necesario espacio para este nostálgico objetivo, claro está.
Sigan tratando de sonreír el mayor tiempo posible, aunque vengan mal dadas. Es la manera idónea para poder continuar viendo la vida desde una perspectiva más optimista.
Saludos a todas y a todos
Rafael