sábado, 2 de junio de 2018

MEMORIA HISTÓRICA

 
Como el tiempo de forma inevitable va transcurriendo, es la razón por la cual  me encuentro de  nuevo  aquí con las intenciones sobradamente conocidas y que no son otras que echar una mirada atrás con las perspectivas de varias  décadas transcurridas y  que son parte del pasado. Y cómo de un ejercicio de recordar se trata,   que mejor  para la ocasión que el comentaros  todo cuanto conozco, de oídas claro está, de lo acontecido durante la remota y trágica época perteneciente a la Guerra Civil española y posguerra y que guarda  estrecha relación con Mozos de Cea. Más o menos lo que  trato de hacer  es aparentemente "memoria histórica" de lo ocurrido durante aquellos trágicos años en nuestro pueblo, aunque tengo mis  dudas de si se tratará de memoria histórica o no. Vosotros mismos lo podréis juzgar,  si es que os molestáis en leer cuanto dejo escrito al respecto.  Lamentablemente no es mucha la información que conozco con referencia a este asunto. Ese desconocimiento se debe más bien a que en el momento oportuno no mostré el interés suficiente para conocer con más detalle todo cuanto ocurrió por entonces en Mozos de Cea. Sólo había sido cuestión de haberles preguntado  a las personas mayores que fueron testigos directos de la guerra. Pero no fue así, con lo cual la información que tengo es escasa. Hoy por  desgracia aunque quisiera informarme de lo ocurrido con más detalle  resultaría en vano por que tristemente todas aquellas personas han fallecido. Puede que alguna aún viva, pero me temo que debido a su avanzada edad es probable que todo cuanto sucedió  por entonces no esté al alcance de su memoria. También es cierto  que viven aún algunos de aquellos niños  que tuvieron la desgracia de que el transcurso de su infancia coincidiera con este trágico acontecimiento  acaecido en España. Todos aquellos niños que a día de hoy se acercan a la edad nonagenaria aún conservan los recuerdos de lo sucedido y cuando lo cuentan me confieren bastante veracidad por haber vivido directamente la fratricida contienda española. En mi opinión me resulta más verídicos los hechos relatados por personas que los han vivido o sufrido en primera persona, que quienes nos los cuentan basándose exclusivamente en documentos históricos. Mucha de la información que dejaré escrita, con la mayor objetividad posible, me fue facilitada por los mencionados niños. Otra parte de esta  información en cambio personalmente la fui recogiendo a lo largo de los años y que me fue transmitida  por boca de aquellas personas mayores del pueblo que vivieron, o en su defecto sufrieron, en primera persona  este trágico acontecimiento bélico.  Como en  mi memoria he retenido toda esta información recibida, ahora trato de compartir con todos vosotros.

Empezaré escribiendo  el listado que conozco  de alguno de los jóvenes nacidos en Mozos de Cea  y  que  estuvieron combatiendo en los distintos frentes del bando nacional durante la Guerra Civil:

Abilio Antón: Por haber sido herido  de bala en un brazo durante el combate,  le concedieron el grado de "Mutilado de Guerra".
Eliseo Antón: Desconozco en que frente  estuvo combatiendo.
Patricio Bueno: (Mi padre) Combatió en el Frente de Madrid-Sierra de Guadarrama- y en el Frente de Levante.
Cayo Cuesta: Desconozco...
Emeterio Cuesta: Desconozco....
José Fernández: Fue reclutado al final de la guerra para integrar las Partidas de Asturias que combatían contra los "Maquis"
Cayetano del Blanco: Desconozco ...
Julio de Lucas: Combatió en el frente de Aragón:  Teruel  y Belchite.
Florentino López: (El tío Flores) Desconozco... Sobre este señor me han contado, varias personas por supuesto,  que recién licenciado  se encontraba  en Villaverde de Arcayos el día  de la Virgen de Yecla. Llevaba puesto su uniforme  militar y el mosquetón. Y parece ser que  aún tenía el gusanillo militar o de la guerra dentro, por que  con ademán intimidador,  a las personas que salían de la iglesia para la procesión las ordenó que se pusieran en fila militar.
Valentín Modino: Combatió y murió en el frente de Bilbao.
Benito Morán: Desconozco ...

Como algo anecdótico, comentaré que una persona de esta lista cuando   se le acabaron los días  que le concedieron de  permiso en el pueblo, se negó a   regresar al frente por el miedo que le causaba la guerra. Tuvo que venir la Guardia Civil de Cea para reincorporarlo. Aunque antes la susodicha persona, cuando  vio aparecer a la pareja de civiles porque sabía a lo que venían,  trató de huir corriendo campo a través, pero consiguieron atraparlo. Volvió a frente y al acabar la guerra regresó sano y salvo al pueblo. 

Felicísimo Lazo, Silvio Morán y Dionisio Pacho: fueron los tres últimos jóvenes naturales de Mozos de Cea que antes de cumplir los 20 años, y cuando estaba a punto de finalizar la guerra,  fueron llamados a filas para combatir. Creo que  no participaron en ningún frente. Se dedicaron más a labores de intendencia en retaguardia. Pero eso sí, al acabar la guerra, me parece que tuvieron que tragarse obligatoriamente tres años seguidos de mili. ¡Casi nada!





( En esta imagen aparece mi padre, Patricio Bueno Fernández. La fotografía está sacada en el verano de 1936, cuando se hallaba combatiendo en el Frente de la sierra de Guadarrama (Madrid). Como se puede ver, sostiene un fusil o escopeta entre las manos. Esta arma y las cartucheras donde guardaba la munición al licenciarse, una vez acabada la guerra,  trajo ambos objetos para casa. De niño  recuerdo haber jugado muchas horas  con esa arma, que ahora que lo pienso verdaderamente resultaba ser  una auténtica antigualla. La tuvimos unos cuantos años en casa, hasta que cierto día acabó siendo vendida a un  anticuario que  me parece que era natural de Villamartín de Don Sancho. Este anticuario  se llamaba Juan, pero  se le nombraba popularmente en el pueblo con el apodo de "Juan XXIII".  Por aquellos años, debido a las estrecheces económicas que se vivía en la mayoría de los hogares ,   fueron muchos y variados los objetos antiguos que por imperiosa necesidad  los vecinos del pueblo le vendieron  al anticuario de marras. )

Uno de los episodios que pertenece a esta trágica época y del que mucho he oído hablar  fue el caso que atañe a los hermanos Santino y Clementino González. Os escribo la versión del suceso que siempre escuché. Resulta que  ambos hermanos se encontraban cierto día segando trigo en un terreno ubicado  dentro de la cota del monte de Mozos de Cea, en el paraje conocido como Valdemar. Hasta ese lugar se acercó la  Guardia Civil en su busca. Una vez apresados, los condujeron  hacia el pueblo para  subirles a un camión que les esperaba aparcado junto al edificio de la escuela. Como era normal por aquellos  años cuando te subían a este siniestro camión era con el propósito de fusilarte. Por suerte para ambos hermanos no fue así. En el momento de tratar de subirles al camión varios vecinos del pueblo enconadamente  lo impidieron. Desde luego que había que echarle un arrojo de tres pares de narices para oponerse a la Guardia Civil con el temor y el miedo espantoso que éstos infundían y el poder autoritario que tenían por aquellos oscuros y represivos años. Tiraban de gatillo lo más mínimo. Pero se ve que aquel día tan señalado algunos vecinos y vecinas Mozos de Cea  no les temieron en absoluto porque no estaban dispuestos a que fusilaran a dos personas del pueblo.  Según cuentan, una de las que más coraje le echó aquel día  fue Martina Bartolomé (Madre de Conchita Pérez Bartolomé) .   Esta mujer   enrabietada llegó  hasta agarrarse a los mosquetones de la Guardia Civil para tratar de que no los subieran al camión. Pero tengo entendido que quien verdaderamente  salvó a estos dos personas de una muerte segura fue el sacerdote que por entonces ejercía en el pueblo cuyo  nombre era  Anacleto Cuesta. Éste se plantó delante de la Guardia Civil y les dijo literalmente:
.-  No se lleven a estos hombres que de ellos respondo yo.

Palabras que resultaron salvadoras para ambos hermanos porque a quienes  los habían apresado  terminaron por satisfacer la petición del sacerdote. Era  lógico tan complacencia ya  que por entonces el clero tenía un peso específico dentro del régimen  por su incondicional apoyo al bando nacional durante la Guerra Civil. 

Pero no acaba aquí el triste episodio de los fusilamientos. Por desgracia una persona nacida en Mozos de Cea no tuvo la misma  suerte que de las  mencionados hermanos    y por tanto lo fusilaron. Por más que he preguntado  a varias personas del pueblo por su nombre, ninguna me lo sabido decir. Lo único que conozco de él es que era tío de Teodora Rebanal Valdés, fallecida  en el año 1991 y que fue esposa en segundas nupcias de Maurino Cuesta. Pues bien, este señor al parecer venía huyendo de Asturias, intuyo que por sus ideas a fines a la República, y se refugió en el pueblo. Al final descubrieron su paradero y cierto día que estaba arrancando garbanzos en el paraje conocido como "El Tiso", alguien del pueblo, no se si un familiar o vecino,  fue a avisarlo que venían en su  busca para detenerlo. Al oír el aviso de la misma se dio a la fuga carretera adelante. Acabaron trincándolo poco antes de llegar a Sahelices del Río. Se lo llevaron al cuartel de Cea. Desconozco cuantos días después de su captura lo fusilaron. Cuando mataban a una persona en estas abyectas  condiciones, lo normal era que acabase enterrado en una fosa común . Tal como hicieron atrozmente con miles  de personas que fusilaron durante la guerra y la posguerra a lo largo del país durante aquellos terroríficos años. Según cuentan, y se lo he oído a   más de una persona, que los fusilados en  Cea sus cadáveres eran enterrados     en un paraje que llaman "La Reguerona de Sahelices" y está situado entre los pueblos de Sahelices del Río y  Cea. Desconozco el lugar exacto donde está ubicado este paraje. Aprovecho también para comentaros que los fusilados que correspondía al cuartel de  la Guardia Civil de Almanza, según  comentaban en su día nuestros mayores,    a estos los enterraban en un paraje de la misma localidad conocido como "El Picón de Almanza". Recuerdo que cuando era niño  por entonces  no me enteraba  muy bien la razón de por qué allí los enterraban y  me imaginaba  cualquier otro motivo fuera de la realidad. Hoy en día al oír el nombre de ese fatídico Picón   me da cierto repelús  porque lo sigo asociando al conflicto fratricida de España.   También les oía comentar que algunas personas cuando iban de madrugada con sus carros de vacas a Sahagún, cosa habitual que se hacia por entonces,  pasaban junto a la Reguerona y en  más de una ocasión vieron algún cadáver allí tirado sin enterrar; como también   escuchaban el estruendoso sonido  de los tiros   cuando les disparaban a los fusilados. No creo yo que se trate  de comentarios sin ningún fundamento asociados a la rumorología popular. Cuando a más de una persona les he oído hablar de lo mismo, yo personalmente no cuestiono mucho su credibilidad. Volviendo al tema del fusilado natural de Mozos de Cea, comentaros que esta persona  tuvo la "suerte" de no ser enterrado en la Reguerona de Sahelices.  Al parecer alguna persona del pueblo  que vivía en Cea, intercedió por él ante la Guardia Civil, digamos que empleando una "mentira piadosa". Les dijo que el fusilado era miembro de la Cofradía de la Virgen del Carmen, patrona de Cea y  por esta razón  permitieron darle sepultura  en el cementerio de Cea. Y allí quedó enterrado. Ignoro si aún seguirá o no  su sepultura. Supongo que ya habrá desaparecido  después de haber transcurrido tantísimos años de aquel triste suceso.




( Como arriba indico el nombre del fusilado natural de Mozos de Cea no lo conozco, en cambio paradójicamente sí que conozco como era su físico. En esta fotografía que desconozco en que año fue sacada, aparecen el susodicho señor  junto a su sobrina que es tal como os he comentado: Teodora Rebanal Valdés )


Según he oído, otra situación que se daba en la mayoría de   los pueblos de la zona  durante los años que transcurrió la Guerra Civil      corresponde al momento de conocer la noticia de  que  una determinada  ciudad española  había sido tomada por las tropas del bando nacional. Este hecho bélico se festejaba con gran bullicio  en todos los pueblos con los vítores correspondientes y se  sacaba ondeante  la bandera  por la calles. También se unía a la celebración  un atronador volteo de campanas. Es de suponer que Mozos de Cea no quedaría al margen de tan exaltada celebración patriótica.


Aún me queda más información al respecto que comentaros, pero veo que escribirla en un sólo párrafo  se haría excesivamente largo su contenido  y me temo que esto pudiera  terminar por aburrir a más de una persona por tanta "batallita del abuelo Cebolleta" aquí narrada. Lo mejor será dar por concluido esta primera parte. A quienes les interese seguir conociendo algunos datos de memoria histórica con relación a Mozos de Cea, les emplazo a un segunda parte que es de suponer aparecerá en la siguiente  publicación. Por tanto,  a esperar toca. De momento disfruten lo más y mejor posible de lo escrito en el presente párrafo.


Largos días y plácidas noches a toda y a todos

Rafael.














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