martes, 19 de mayo de 2015

AQUELLA FORMA ANTIGUA DE DIVERTIRNOS JUGANDO

Volvemos a reencontrarnos de nuevo en este espacio. Otra vez la palabra en forma de recuerdo toma su protagonismo. Y sin más dilación comencemos a hablar del  nostálgico asunto  que aquí me trae, y que no es otro que hablaros un poco en síntesis  de los de la forma en que nos divertíamos jugando los niños de Mozos de Cea cuando la ocasión lo requería durante mi época infantil,  la cual como supongo ya conoceréis transcurrió allá por la remota década de los sesenta y principios de los setenta del siglo pasado.   Es obvio que suena muy repetitivo y bastante cansino el referirse  constantemente el que los niños de hoy en día no saben jugar, o tienen  una forma nada convencional  a la hora de  divertirse jugando; y sobre todo muy individual. Cosa que considero muy  cierto esto último ya que normalmente siempre están solos jugando con cualquiera de esos  dispositivos  tecnológicos porque normalmente no se requiere  más que una persona para manejarlos.  Resulta palmario que esta circunstancia  resulta muy diferente a mi época infantil ya que  por necesidad teníamos que asociarnos a otros niños con el fin de compartir la mayoría de aquellos juegos. Es evidente que la forma de diversión jugando se ha transformado.  No sé si aquella manera nuestra de jugar  en grupo  resultaba   más divertida que el individualismo que impera   hoy entre los niños a la hora de jugar.   Ni quiero, ni pretendo    enjuiciar o valorar cual de ambas  maneras pude resultar  mejor o  peor,  simplemente doy mi opinión. Y punto. Tan sólo  si tuviera que elegir, me  quedaría con aquella relacionada con   mi época infantil, aunque careciera de todo ese sofisticado glamur que desprende todos estos juegos  que pertenecen  a la era digital. Al menos psicológicamente considero que resultan más sanos para el niño, porque no creaban ni aislamiento ni adición a los videojuegos.  
 
Lo  que si quiero dejar bien claro, es que teníamos que ser  muy imaginativos para disponer de los adecuados artilugios que nos sirvieran para jugar. Por consiguiente éramos unos expertos  "autodidactas" diseñando y construyendo nuestros propios juguetes. La necesidad o la  obligación de construirlos era más bien un imperativo impuesto por la situación de aquellos años. Por entonces las mayoría de las familias del pueblo   trataba de vivir con la mayor dignidad posible basándose en una  economía familiar, pongamos que  de supervivencia, donde obviamente no se podía permitir dispendios como el de   comprar   juguetes, de ahí como ya he indicado, la imaginación y la maña para construirlos.     Está claro que siempre había los típicos niños que tenían mayor destreza para la confección de los mismos, pero  todos los artilugios de juego que construíamos, con arte o sin él,   acababan sirviendo para la utilidad que se le requería.  Aunque la tendencia  era de que los niños jugaran sólo entre ellos, y las niñas lo mismo , siempre había alguna excepción, con lo cual en más de una  ocasión en diferentes juegos  se participaba de manera mixta. Como por ejemplo al juego de Civiles y Ladrones. ¿Algún lector o lectora lo recuerda? En este juego se hacían dos grupos. Primero había que hacer la elección   de a que grupo  le tocaba a cada   participante. Nos poníamos en corro los presentes. Alguien se encargaba de soltar una especie de cantinela para ir designado a quien le correspondía ser civil y a quien ladrón. Así era la letra de aquella cantinela:

"Madre e hija
fueron a misa
se encontraron
con un francés
y le dijeron
que hora es:
la una, las dos,
las tres, las cuatro,
las cinco, las seis,
las siete, las ocho,
con pan y bizcocho,
liebre y cazador
civil y ladrón."

Una vez elegidos los civiles en un grupo  y los ladrones en el otro,  los segundos se iban a esconderse y los primeros debían de encontrarlos como es obvio.  Cuando los ladrones se habían alejado y ya se les había perdido de vista, éstos gritaban: -¡"Tres navíos en un mar"!-  de la misma  les contestaban quienes hacían de civiles, los cuales no se habían movido del sitio de donde se hizo la selección: .-¡Y otros tres en busca van!. Entonces empezaba la busca de los lugares donde se hallaba escondidos. Una vez descubiertos todos, se cambiaba el rol. Otro juego parecido a éste era el que se conoce como el escondite   pero que nosotros le llamábamos "jugar a la maya". Por entonces había varios lugares muy recónditos para esconderse, sobre todo aquellas casas viejas y vacías,  casi en ruinas alguna de ellas, en especial la que pertenecía a Clementino, (En ese mismo solar Adolfo tiene construida su casa)  En todas ellas  nos metíamos dentro, sin temer a peligro alguno. Osados e inconscientes que éramos por entonces, sin duda. También jugamos a "los corros"  siempre lo hacíamos en la que se puede considerar como "Plaza del pueblo", donde otrora estuvo situada la vieja y derruida escuela y hoy se ubica el consultorio médico.  Este juego de los corros era una versión  muy  nuestra,  surgida del conocido deporte del beisbol a la que imponíamos   nuestras particulares reglas. Por cierto, en vez de darle con el bate a la pelota, lo hacíamos con la mano.  No se si alguien recordará  el juego aquel que decía: "Declaro la guerra contra... (el país que  nombrara  uno  de los participantes que se  ponía en el centro de un gran círculo marcado en el suelo ) A cada participante le correspondía una parte del círculo donde escribía el nombre del país que quisiera. Quienes no  tenían el nombre del país mencinado salía de estampida del círculo, sin embargo quien  había elegido  ese nombre de la misma, gritaba -¡Pies quietos!. Y todos quedaban inmóviles. Se trataba de conquistar terreno a los países participantes. Ya veis, a pesar de nuestra supuesta inocencia infantil, también nosotros ya andábamos con los juegos bélicos, pero en nada se parecían a esos tan violentos y desagradables  que aglutinan   las videoconsolas, móviles, tabletas, etc.  Para no cansaros ni aburriros, no seguiré explicando más normas  de  "jueguecitos" de este tipo. Así que  cambiaré de guión. 

Como ya os comento, todos estimulábamos al máximo la imaginación para fabricarnos aquellos rudimentarios  juguetes. Como por ejemplo "las rodajas", las cuales confeccionábamos con las típicas latas de conserva, en especial de escabeche de un kilo, o de 5 kilos, y también utilizábamos sus  tapas, que lógicamente habíamos recortado. Las clavábamos a un palo dejado su holgura para que éstas rodaran. Algunos se las curraba con mucha destreza, ya que hasta freno las colocaban. No veas que carreras a diario nos dábamos por las calles del pueblo haciendo rodar ese artilugio. También estaban los aros. Había dos tipos de éstos: los que provenían de los toneles donde se envasaba el vino y el  de una parte de la rueda de los carros. Estos últimos eran más pequeños y su forjado era más consistente. Para conseguir que se mantuvieran en pie y hacer que rodaran había que hacerlo a través de una guía. Esta consistía en una alambre previamente acondicionada para sujetar y guiar el aro. Una vez ajustada la alambre,   se introducía la parte sin arreglar  dentro de  un palo para que sirviera de agarradero. La misma función  que hacían  las rodajas, la hacían los aros, por lo tanto todo el santo día  andábamos correteando, con mayor o menor habilidad,  calle arriba y calle abajo con ese artilugio. Y por  cierto,  nada de asfalto en las calles por entonces. ¿Su pavimentación?: baches, socavones, piedras de diferente tamaño y grosor...Vamos que siempre había que estar atentos para esquivar los "contratiempos" de su pavimentación natural, pero era difícil esquivarlos todos y no veas los saltos que pegaban los aros.   Luego estaba la "chaguaza". No era otra cosa que un palo de sauco que traíamos de Villeza,  el cual vaciamos su interior. Una vez hueco y hecho sus correspondientes arreglos,  tanto nos podía servir como si fuera una pistola de agua, o con  "balas", en este caso las  balas eran  de estopa.  Conseguíamos que a través de un mecanismo de impulsión saliera uno de los tacos despedido con fuerza y sonoridad. Arte y maña, sin duda. A nadie le faltaba el tirachinas, o el "ramal" como popularmente le nombrábamos. Como escaseaban por entonces los neumáticos de las bicicletas tan utilizados para esta "arma", nos servíamos de las botas de goma rotas. Obviamente al ser una clase de goma bastante dura, al lanzar la piedra, la distancia que alcanzaba era muy corta. ¿Y los "picojos"? Así era como llamábamos a una especie de zancos que confeccionábamos con las ramas de los robles, o rebollos como se les conoce popularmente. Todo un desafío era mantenerse en pie y avanzar con aquellos aparatos. Luego estaba el "pinche", un palo al que le habíamos elaborado una afilada puta y su cometido era hincarlo en el suelo con las reglas establecidas para ese juego. Otros artilugios fueron la "bufadera", no veas que forma de bufar tenía aquella tabla, normalmente con picos tipo sierra,  entre dos cuerdas. La "chavalita", pequeña pieza de madera tipo peonza pero con cuatro caras donde estaban escritas también cuatro letras: P, (de pon), D (de deja) S (de saca) C (de coge). Según que letra saliera una vez que la chavalita dejara de bailar, tenías que contribuir, bien aportando o sacando el material que se jugaba: perras, cartones, piñones, fréjoles, etc. Por cierto del juego de los piñones ya os hablé con anterioridad, por tanto está demás reiterarme en lo mismo. Sólo decir que con las misma reglas que se jugaba a los piñones, se hacia con los fréjoles y  los cartones que agenciábamos  de las antiguas cajas de cerillas , aunque estos últimos para sacarlos del cuadro marcado en el suelo, utilizábamos una goma redonda, la cual habíamos recortado de la suela de una zapatilla vieja y rota. Estaba también la "rana", confeccionada, bien con una caja de cerillas o con la mitad de una cáscara de nuez y un trozo de la "pedorra" (vejiga) seca del cerdo. A ambas había que ponerlas  un fino y pequeño  palo acondicionado  y también las "serdas" (pelos) del rabo de una vaca. En el fondo se trataba de una especie de sonajero y si hacías   los movimientos adecuados  su ruido podía parecerse al croar de la rana. De ahí su nombre. También estaba el "chiflo". Para hacer este instrumento sonoro se empleaba un trozo de rama verde de  sauce. Se le hacia un corte alrededor del palo y luego se daban suaves golpes con el mango de la navaja o cuchillo que habíamos utilizado. Esto se hacia para que "sudara" el palo y así  poder desprender la corteza sin el menor daño posible. Mientras se daba esos suaves golpes se entonaba una especie de cantinela, que según la leyenda urbana resultaba ser más efectivo.  Decía lo siguiente: "Suda cañuda/ con unto de rana/ sino sudas hoy/ sudarás mañana". Y así una y otra vez se repetía la cantinela hasta que prácticamente habíamos conseguido extraer la corteza. Una vez ya fuera, en esa parte del palo desnudo se le hacia  una especie de boquilla y ranura, semejantes a las que tiene la flauta dulce, y en la corteza se hacia un agujero que era por donde iba a surgir el sonido. Terminado el acondicionamiento, se volvía a colocar la capsula  en el lugar de donde salió y ya podíamos disponer de un instrumento musical, aunque la verdad su sonido... ¡¿Qué  puedo deciros al respecto?! Melódico, pues no; más bien  estridente     Recuerdo algún otro más como: la matraca y carranca, instrumentos de percusión hechos de madera y utilizados durante la semana santa para anunciar por las calles los actos a celebrar en la iglesia ya que no se podía tocar las campanas porque supuestamente  estaban de "luto".   Los arcos con los que  lanzábamos  las varillas de los paraguas bien afiladas que servían como flechas porque ingenuamente nos creíamos que saldrían con mas fuerza impulsadas y así conseguiríamos    con mayor facilidad clavarlas en el lugar adecuado.    Como podéis comprobar, todo se aprovechaba. Cuando algo estaba en desuso, nosotros los niños lo reciclábamos para darle la utilidad que fuera menester.

Prácticamente la totalidad de los artilugios que he reseñado eran   los que empleaban los niños en sus juegos y desde luego que las niñas también tenían sus propios y juegos y aparatos. Pero como veo que el texto es excesivamente largo, no quiero excederme más contándoos por ahora  más "batallitas" de este tipo por temor a resultaros cansino y   acabéis por abandonar su lectura. Así que continuaré en la próxima hablándoos de esa forma de divertirse que tenían las niñas  que coincidieron conmigo durante  mi época infantil   y también de algún que otro juego que de forma mixta en él participábamos. De momento queda esta primera parte publicada. Seguiremos en la  próxima con la segunda parte. Ahora me   conformaré con  que  no os disguste lo que aquí queda escrito.

Saludos a todas y a todos

Rafael



 
  

sábado, 9 de mayo de 2015

DICHOS Y EXPRESIONES POPULARES


Por aquí seguimos otra vez con el propósito de dejaros nuevo escrito siempre en relación con Mozos de Cea, porque obviamente hablar acerca de nuestro pueblo, es la razón de porqué  he creado este blog. Escritos que os dejo con la mayor o menor suerte de inspiración , pero que desde luego que las ganas e intenciones no me faltan, todo con el fin de que os resulte un grata experiencia su lectura. Resulta evidente que el recuerdo ha estado muy presente en cada texto que he ido publicando con anterioridad. Y supongo que seguirá estando presente porque de él se va nutriendo este blog. Y dicho esto, empecemos a desarrollar nuevo tema. En esta ocasión voy a dejaros escritos alguno de esos dichos o refranes populares que yo escuchaba de manera habitual a las personas mayores en el pueblo  por aquellos remotos años  de mi infancia, y digamos que adolescencia, vividas en su integridad en Mozos de Cea. Como sabéis los dichos, o refranes, son esas frases, o sentencias,  lapidarias que mayormente proceden de la sabiduría popular y que resultan pero que muy atinadasNo se si los dichos, o las expresiones,  que a continuación os voy a dejar escritas, pertenecen exclusivamente al refranero popular de Mozos de Cea, o su procedencia es  de diferentes lugares. Yo desde luego que en Mozos de Cea los escuché por vez primera. Es obvio que este hecho   no certifica,  ni confirma que todos estos dichos populares que a continuación reseñaré vayan a pertenecer  en exclusividad a  nuestro pueblo. Es más, muchos de éstos los recuerdo, y  tengo anotados, porque se los oía habitualmente expresar a mi madre cuando la ocasión lo requería, que la verdad era muy experta en este tema. Siempre tenía el dicho oportuno para el momento. Mi madre era natural de Santa María del Río  (Santamar), y allí vivió alrededor de 33 años seguidos, por lo tanto es de suponer que cuando en su día se instaló en Mozos de Cea ya venía con parte de su particular  repertorio refranero, por consiguiente muchos de estos dichos populares que dejaré escritos  imagino que procederán de este  lugar. Aunque supongo que  los  pueblos  situados dentro de la comarca de Tierra de  Campos tendrán parecido refranero todos ellos. Después de tanto años, o siglos, colindando los unos con los otros, es de suponer que  las formas y las costumbres de ser y expresarse popularmente no distaran mucho; vamos que "refranerearán" de parecidas maneras.  ¿No les parece?
 
Y ahora vayamos al asunto. Así que empezaré escribiendo los dichos o expresiones:

.-¡Si las guitas van para arriba pastorcitos buena vida!
(Las guita es el nombre que se le da por el pueblo a un pájaro. Supongo que cuando se dirigían volando en dirección  Picos de Europa auguraba buen tiempo. Según la expresión)
 
 
.-¡Eres más tonto que pichote!
( El pichote éste debió ser muy tonto, malo que te comparen con él) .

.-¡Anda pan, que allá está el chicho!
(El chicho estaba relacionado con el tipo de alimento  que se ponía entre pan y pan. Cuando te comías ese alimento y te quedaba sólo el pan, ésta era la expresión que se acostumbraba a decir al infeliz con sólo pan en la mano)
 
.- ¡Eres más tonto que el que echó la manteca a asar!
(Si que debes ser tonto de narices para ponerla a asar cuando lo lógico es que se derrita)
 
.- ¡Eres como el tío nadie arrimado al tío ninguno!
(Vamos que estás ahí y como si no estuvieras. No sirves para nada)
 
.- ¡ Hay que meterle en cintura!
( Hay que ponerle a trabajar pero ya)
 
.- ¡Todo lo sabe, pero todo lo ignora!
( Alardeas de ser muy listo y no tienes ni puta idea de nada)

.- ¡Te la urde a la sombra un huevo!
(Es tan hábil que te engaña por menos de nada)

.- ¡ Dicen y  dicen que van a hacer carretera a San Andrés!
(Vamos que no hacen más que decir van a hacer esto, van a hacer lo otro...y al final no van a hacer nada)

.- ¡A mansalva!
(Está relacionada con una gran cantidad de algo en concreto)

.- ¡Para que hablar con medios días si hay días enteros!
(Mas o menos viene a decir que no vale la pena perder el tiempo hablando con personas intranscendentes )
 
.- ¡ Vas a pasar más hambre que en vendimias!
(Se te avecinan días pero que muy jodidos porque te ha de faltar comida)
 
.- ¡Ese sabe de baile como de capar rocines!
(Se está refiriendo a alguien que  no tiene ni puñetera idea de bailar)

.- ¡ Quien tiene un huerta tiene un regalo, primero empieza la cebolla y después el nabo!
(Está claro que aquel que cultiva una huerta tiene un don preciado ya que puede disponer de las hortalizas que quiera porque en cuanto una se termina comienza dar la otra)
 
.- ¡Eres más vago quela chaqueta un peón caminero!
(Supongo que se referirá a que la chaqueta de los peones que trabajan en los caminos cuando de ésta se despojan los currantes, la dejan en el suelo, ellos siguen tirando metros para adelante  y la chaqueta queda en el mismo lugar sin dar golpe)
 
.- ¡Tiene más mierda que el palo un gallinero!
(Pues no veas la cantidad de porquería que debes tener encima  si es mucho    mayor  que la que dejan   acumulada   las gallinas    cuando noche tras noche cagan   sobre el palo en que se acuestan)
 
.- ¡Le pegó una zurra a estilo zuela!
(Una gran paliza le dio, eso sin duda)
 
.- ¡Buenas manos tiene María Santísima para hacer adobes!
(Vamos que eres un negado para hacer una cosa en concreto)
 
.- ¡Eres más fea que pegar a un padre!
(Pues si que tendrás que ser fea de leches ya que la acción de pegar a un padre resulta superfeísimo)
 
.-¡Lo acabó antes que canta un gallo!
(Debió acabarlo muy rápido porque el canto de un gallo dudo si  llegará a 2 segundos)

.- ¡El que a San Andrés va y duerme allá, en un mes va y en otro viene!
(Muy cierto la verdad, ya que es una festividad que se celebra el 30 de noviembre y si te quedas a pernotar esa noche en casa  de un pariente, regresas a tu casa en diciembre)

.- ¡Va a pasar una más gorda que la de Ramales!
(Si resultó muy grave lo que ocurrió en ese imaginario Ramales, lo que va a suceder aquí muy pronto va a ser  muchísimo más grave)
 
.- ¡Estropear una campana para arreglar un esquilón!
( Es lo que se suele decir cuando se  destroza algo grande para arreglar una cosa pequeña. Por cierto esta expresión se la oí decir a una persona en el pueblo en cierta ocasión cuando derribaron la vieja escuela y en ese solar construyeron el centro de salud)
 
.- ¡ Mañana para comer arroz y gallo muerto!
(Eso es lo que te contesta una persona a la que preguntas que va haber de comida mañana y él , o ella,  no quiere decirte  lo que va a poner de comida) 
 
.- ¡No aguardó a teclas!
(Vamos que se largó corriendo por temor a represalias)

.- ¡Te van a dar para el puerto!
(Te van a castigar de lo lindo)
 
.-¡ Vete de aquí a botasilla!
(Largarte de mi lado pero ya mismo)
 
.- ¡Tendrá cilismo de no ir!
(Tendrá la desvergüenza de no acudir a algún sitio donde se le espera)
 
.- ¡ Le veo en cazuela!
(Es cuando se ve a alguien con mala pinta porque se nos muere)
.
- ¡ Tente horno mientras cobro!
( Está claro que no te fías mucho de que aguantará lo que acabas de construir)
 
.- ¡Estamos para quemados y el agua largo!
(Es evidente que estamos que nos valemos para nada)
 
.- ¡Lo sabéis ya desde leguas!
(Desde hace tiempo que lo sabíais)
 
.- ¡ Mi memoria está en Cacabelos!
(Vamos que no te acuerda de lo que quieres decirme)
 
.- ¡Eso no te amarra ni la caridad!
(Esta claro que no te va a salvar nada ni nadie)
 
.- ¡Te está de cojón y mico!
(Lo que te han hecho te lo mereces por meterte donde no te llaman)
 
.- ¡A la ancha bayona!
(Vivir sin preocupación alguna)
 
.- Poner las peras a cuarto!
(Ponerte las cosas bien claras)
 
.- ¡La han dejado en barbas!
(Vamos que se largan y la dejan más  sola que la una)
 
.- ¡Vas a estar todo el día en pendulín¡
(Es cuando te espera un día muy ajetreado porque vas a tener que ir de aquí para allá de continuo )
 
.- ¡Cuando la peña se cierra malagueña!
 (Se refiere a cuando la montaña Peñacorada de Cistierna apenas se divisa por la niebla. Este hecho  augura malos presagios)
.
- ¡Que ganas tiene de jota!
( Es lo que te dicen cuando estás muy alegre y con ganas de fiesta  e intentas dar ánimos a quien no tiene ganas de ellos)
 
 .- ¡Te van a dar una somanta de palos!
(Te van a dar una buena zurra)


Estos son todos los dichos, o expresiones, que tenía personalmente anotadas y que como ya  he comentado,  sólo en  Mozos de Cea  las he escuchado. Aún de vez en cuando siempre que voy al pueblo  las sigo oyendo por boca de alguna persona mayor cuando la ocasión lo requiere.  Imagino que habrá unas cuanta más, las cuales por desconocimiento   no tengo  anotado, y también por olvido, claro. Seguro que de forma repentina igual me viene a la memoria el recuerdo de alguna otra   una vez que el texto lo de por concluido. Como tengo la posibilidad de añadirlas a la lista una vez publicadas,  utilizaré esa posibilidad para ampliar el listado siempre que lo estime conveniente. De momento queda  reseñado este muestrario del refranero digamos que de Mozos de Cea. Aunque supongo que si ahora tecleo en Google cualquiera de estos dichos o expresiones, seguro que aparecen en la correspondiente página publicados  indicando su procedencia,   con lo  cual  echaría por tierra mi idea de que forman parte exclusivamente del "refranero autóctono" de Mozos de Cea. Pero no me voy a molestar en buscarlos,   por si acaso.  Desde luego que son tan ancestrales estos  refranes  populares que a lo largo de siglos muchos de ellos a través  de boca en boca se han ido trasladando a diferentes partes del mundo, así que lo lógico es que formen parte del acervo  cultural universal. Pero aunque esto sea cierto, yo    ingenuamente voy a pensar de que son parte exclusiva del acervo  popular y cultural de nuestro pueblo, porque es ahí donde por vez primera las escuché a nuestros mayores ¿ Alguna pega al respecto? Si las ponéis, no pasa absolutamente nada. Estáis en vuestro derecho de hacerlo. Faltaría más.

Pues nada. Que termino. Como indico en la introducción de este nuevo texto expuesto, que os resulte grata experiencia su lectura.

Saludos a todas y a todos

Rafael