viernes, 23 de enero de 2015

CANTARES

Supongo que la mayoría de los pueblos que  existen demográficamente  a lo largo y ancho del país ,  con idénticas características a las que tiene Mozos de Cea,  dentro de su autóctono y popular  folklore  tendrán sus particulares"cantares" como popularmente se conocen este tipo de composición  musical relacionada  generalmente con la idiosincrasia del pueblo en sí y  también por sus emblemáticos parajes o cualquier acontecimiento significativo que haya ocurrido a lo largo de su historia.  Y Mozos no iba a ser menos que cualquiera de estos pueblos, por lo tanto también tiene sus propios cantares. Desconozco quien habrá podido ser el autor de este tipo de canciones populares, lo que no tengo duda es que se deben remontar a tiempos ancestrales y que a través de sucesivas generaciones se ha  ido transmitiendolas. De ahí el conocimiento de las mismas. Creo que es importante seguir conociéndolas y recordándolas, por muy simple y sencillas que resulten, ya que forman  parte importante de ese acervo cultural- folklórico  que tiene  Mozos. No son muchos los  cantares  que conozco. Sólo  un par de ellos. Seguro que puede haber más que guarden referencias su argumento musical  por alguna circunstancia con Mozos de Cea, pero yo personalmente en ninguna ocasión les he escuchado.  Es una lástima el hecho de que  parece haberse perdido esa costumbre de entonarlos cuando  hay clara oportunidad de hacerlo, como por ejemplo  cuando se reúnen  varias personas del pueblo para celebrar un determinado acontecimiento popular, bien  festivo o gastronómico. Recuerdo que por aquellos tiempos de mi niñez y adolescencia vivida en Mozos se entonaban muy a menudo. En cualquier momento  donde predominaba el jolgorio surgía la oportunidad de cantarlos de forma colectiva y con mucho entusiasmo y creo que la finalidad de su entonación   era la   de ratificar la    categoría especial que concedíamos por entonces  a nuestro pueblo. Eran por aquellos tiempos, pongamos que " en blanco y negro": Años que resultaron  oscuros, difíciles, temibles... Pero bueno, felizmente todo aquello es  pasado.
 
Me enrollo, me enrollo...(y la madeja se lía y se lía...) y no acabo de escribir los cantares que son algo así como  el "leit motive" de este nuevo texto que escribo para que podáis leer a través del blog. Pues estos son:
 
Para Mozos basta Mozos,
para mozas Valdavida,
para segar a guadaña
las mozas de Castroarriba.
 
Tres cosas tiene Mozos
que no las tiene Madrid,
tiene el trinquete, la olmeda,
y la fuente de Antocil
 
 
Como podéis comprobar se trata de unos, digamos versos, de estructura  muy clara y sencilla. Solían, o solíamos,  cantarlos dándoles el tono como si de una jota leonesa se tratara. Oye,  quien conozca ese tono jotero leonés, pues  que  intente cantarlos, con "gallos" incluidos. Todo vale si al fin podéis acabar sintiendo  de manera especial la naturaleza intrínseca de este cantar popular.
 
 
Y una vez escrito estos dos cantares a Mozos  de Cea, voy a hacer una especie de disección con las estrofas. Escribiré de forma resumida, y desde mi punto de vista particular, claro está, lo que representan ambas y que resultan muy obvias, sin duda. La primera dice "Para Mozos basta mozos". Es evidente que por el simple hecho de llamarse nuestro pueblo Mozos de Cea,  considera  a sus mozos  los más elegantes  de la zona con  ese contundente "basta". Supongo que la misma elegancia tendrían las "mozas de Valdavida" si así las consideró en su día quien escribió el cantar.  Lo que verdaderamente a mí  siempre me ha suscitado mucha curiosidad, y no menos   duda, han sido las dos últimas estrofas; las que  nos indican que "para segar a guadaña las mozas de Castroarriba" (o Castromudarra como oficialmente es su nombre) ¿Serían por entonces las mozuelas de ese pueblo expertas en el arte de segar con la guadaña? Igual sí  que es cierto y por aquella época en que el autor lo escribió,  causaban admiración cuando agarraban esta herramienta agrícola con sus manos y le daban al corte de la hierba, forraje y lo que hiciera falta segar. Quizá  por este motivo fueron merecedoras  de ser incluidas en el cantar. ¡Vete tú a saber!  Lo dejaremos que continúe permaneciendo en la duda.

Y ahora vamos  con la segunda estrofa, que la verdad, leyéndola en estos momentos me resulta descorazonadora. Ahora tristemente había que cantar "Tres cosas tuvo Mozos..."  Es obvio que estos tres lugares que indica el cantar ya forman  parte del pasado. Por diversas circunstancias todos ellos han desaparecido y, quienes tuvimos el privilegio de conocerlos en su día, sólo ya nos queda el recuerdo de donde estuvieron situados y que misión cumplieron en su momento. El trinquete, o frontón, el cual como ya os indiqué en otro texto estuvo ubicado en la calle Cascajera. Su estructura era de una pared sola. Construido de la misma forma que el frontón de Velilla o Villazanzo, aunque el de estos dos pueblos están construido con materiales modernos como son los ladrillos y cemento. El de Mozos estaba construido a base de  adobes y barro: material éste  que se empleaba para construir prácticamente la totalidad de la viviendas  en el pueblo hace ya muchísimos años. Cuando la pared del frontón estaba en malas condiciones por las continuas partidas de pelota que se jugaban en ella y por las inclemencias del tiempo, de forma colectiva los mozos preparaban la tradicional "facendera"  para reparar la pared a base de "capearla" con el barro diestramente preparado para su fin ,  y   también acondicionar el suelo para que botara mejor la pelota. Espectaculares y competitivas partidas de pelota a mano se jugaban por entonces. Lo mismo que hubo un buen jugador en Mozos de este deporte. Yo no recuerdo haberlo visto jugar, pero quienes  lo conocieron jugando hablan maravillas de él. Lo llamaban, o se llama, Cayo "Telares". No se si habrá muerto este señor; hijo de Hilario y Feliciana.  Lamentablemente con el tiempo en el pueblo se fue perdiendo la afición  de jugar a  la pelota a mano. El futbol le iba comiendo el terreno. Esto supuso el que  el frontón quedara abandonado a su suerte. Y los años fueron pasando. Nadie se preocupaba ya de reparar su cada vez más deteriorada estructura porque el juego de pelota a mano  brillaba por su ausencia.  Esto fue la causa por lo que de forma inevitable y progresiva  se fuera convirtiendo en una  ruina. Los restos de esa ruina  desaparecieron a principios de los ochenta: cuando comenzaron las excavaciones en esa misma calle para instalar el alcantarillado y tuberías que posibilitaran tener agua corriente dentro de todos los hogares del pueblo.


La olmeda.  Imagino que toda aquella persona que en su día conoció la olmeda cuando estaba frondosamente  en su mayor plenitud, no lo olvidará.  Estaba situada donde empieza el Campo del Río y llegaba hasta el Plantío. Una considerable extensión de olmos, la verdad. El lugar donde se alzaban lozanos los olmos parecía casi selvático por la cantidad de  maleza que entre ellos crecía. Era un lugar frecuentado a menudo  por niños y jóvenes, para sus juegos, sus travesuras, o en busca de nidos, y no creo equivocarme cuando afirmo  el que algún que otro, u otra, allí se escondió  para sus flirteos amorosos por ser un lugar tan recóndito.  También a la sombra de los olmos, durante la época estival, concretamente en la zona donde tiene Jesús Mariano  su huerta, justo  al lado del plantío,  se jugaba a la tradicional  lotería. Ya saben cuando se cantaban los números con su correspondiente coletilla: "Las dos monjas de rodillas, el 22"; "cara sucia, el 13"; "caga y retuerce, el 14" "Las dos banderas de Valdescapa, el 77; etc. etc.  Como ya os comenté en otra ocasión, la devastadora pandemia de la grafiosis fue exterminando a nivel mundial esta especie de árbol. Cierto que  continúan naciendo nuevos brotes  en el lugar donde estuvieron los antiguos olmos, los cuales de ellos sólo quedan sólo troncos secos y  talados. Aparentemente es como si volviera a renacer esta especie de árbol en extinción. Pero desgraciadamente es todo ficticio: los brotes se secan y mueren  una vez que va transcurriendo el tiempo. Hemos de resignarnos que los olmos, o negrillos como popularmente se los nombraba,  es ya  otra de las especies de árboles extinguidos y que la otrora  popular y frondosa olmeda de Mozos de Cea forma ya   parte del pasado.

Lo último que queda de reseñar es "la fuente de Antocil". La emblemática fuente que resultó ser antes de ser destruida. Claramente recuerdo ahora ese manantial situado en el paraje llamado Antocil. En medio de un pequeño prado  de propiedad vecinal se encontraba   ubicado  y manando continuamente. A mi entender era la fuente que  mejor  estaba acondicionada de todas las que por entonces tenía el pago de Mozos.  ¡Y mira que por entonces había unos cuantos manantiales dispersos por todo el pago y en condiciones salubres para poder beber  sus aguas! Pero como os comento esta fuente era la mejor conservada ya que estaba cubierta con ladrillos. No en vano en su día sirvió para abastecer de agua a los hogares del pueblo. Obviamente tenían que transportar ese agua hasta sus hogares utilizando  recipientes  como el botijo o el caldero, por ejemplo. Recuerdo que había un atajo desde el pueblo hasta el manantial que se la conocía como "La senda de Antocil".  ¡Anda que no sació también infinidad de veces esa agua  la sed a cantidad de labradores, o  pastores, y cualquier otra persona que no tuviera uno de estos oficios, y que pasara circunstancialmente  por allí,  sobre todo cuando apretaba la canícula del verano.!  Pero...llegó el año en que se hizo la Concentración Parcelaria. Evidentemente muy cómoda y práctica para los labradores resultó esa agrupación de parcelas, en cambio  tuvo un antes y después perjudiciales efectos colaterales que afectó desastrosamente  a  los manantiales y a las zonas  de arboleda y vegetación. Se talaron inútilmente infinidad de arboles para que no se aprovecharan de su propiedad los nuevos dueños  del terreno que les había tocado en suerte, donde estaban precisamente esos árboles,   y  se destruyeron unos cuantos manantiales. En la lista de manantiales destruidos tristemente está incluido la fuente de Antocil. Hoy las aguas de su manantial corren de forma subterránea  junto a las aguas de otro manantial cercano a éste y que manaba con mucha abundancia,  "las Santanillas" era su nombre. Las dos  fueron  canalizados con el fin de  recoger su agua y que ésta   se vertiera en un prefabricado estanque. Obviamente con la finalidad de que sirvieran de regadío. Y es en la actualidad la misión que ese agua cumple. En fin; que aquellos dos  representativos y bellos parajes verdes, donde en su momento se hallaban los dos manantiales citados,  han  desaparecido y en su lugar se extiende un amplio y árido terreno de donde  cada año crece el cereal que el dueño de este terreno estime oportuno sembrar para luego recoger su cosecha.  



 

(En esta fotografía sacada en agosto de 1990 se puede ver uno de esos manantiales dispersos por el pago de Mozos de Cea. Obviamente no se trata de los dos citados, ya que éste corresponde al que está situado en Valdezalces.  Como podréis observar uno de los tubos que fueron utilizados para hacer canalizaciones cuando se llevaron acabo los trabajos relacionados con  la Concentración Parcelaria, está dentro del manantial haciendo de "cepo" (es como se conoce popularmente al tronco hueco de un árbol que se pone en el centro de los manantiales y que hace la misma función que ese tubo de hormigón)  A finales de la década del siglo pasado,  no recuerdo ahora el organismo oficial que concedió una subvención para  llevar a cabo la restauración de algunos manantiales del pueblo. Al parecer la subvención sólo llegó para la restauración de dos manantiales: el que está junto al cementerio, situado en la "Era el Alto" y que se encuentra en el paraje llamado "El Cesto". Cierto que parte del material, arena y piedras, para restaurar el de Valdezalces se transportaron hasta su lugar. Hasta se quitó el tubo para comenzar los trabajos; pero...ese material permaneció allí apilado durante mucho tiempo esperando para ser utilizado hasta que desapareció  y el manantial no se restauró; más bien  todo lo contrario. Al menos con el tubo, aunque resultaba poco fiable la salubridad de su agua por falta de limpieza,  aún te daba la impresión de ser un manantial. Hoy sólo es una especie de sucio charco, casi invisible, ya que lo ha invadido un sin fin de hierbajos y plantas que cubren su visión ) 


Y esto es todo lo que os puedo contar acerca del cantar sobre Mozos de Cea. Desconozco si os habrá resultado interesante, o si os habrá gustado o no.  Espero que al menos su lectura os haya resultado entretenida, aunque no dudo de que a más de uno, o de una,  le habrá resultado cansino por su extensión. ¿Verdad que sí?

Saludos a todas y a todos

Rafael





 

 

jueves, 8 de enero de 2015

AQUEL CERTAMEN LITERARIO INFANTIL MOZOS DE CEA, VERANO DE 1992

En esta ocasión voy a dejaros en este espacio denominado blog el recuerdo de un Certamen Literario Infantil que convoqué allá por el lejano año de 1992. (¡Anda que no ha llovido desde entonces!)  Concretamente fue en el mes de agosto de ese  año  su convocatoria y la cual fue hecha  con el fin de  que los niños y niñas que acostumbraban a pasar unos cuantos días de sus vacaciones de verano  por aquellas fechas en Mozos de Cea participaran en el certamen y así nos dieran a conocer lo que pensaban realmente sobre el pueblo. Alrededor de la treintena de niños se juntaban por entonces en el pueblo en la época estival, concretamente durante  el mes de agosto.  Por desgracia en la actualidad este hecho no ocurre ya que apenas si llega a la decena los niños que pasan unos días de sus  vacaciones de verano  en el pueblo.  Dudo mucho que  esta circunstancia de que vuelvan a coincidir  juntos la  misma cantidad  de niños correteando  por las calles del pueblo con sus bicicletas y cometiendo  infinidad de  travesuras  vuelva a repetirse. ¿Será  entonces ésta la última generación de niños que de  forma tan numerosa llegó a coincidir durante unos días, o semanas, de veraneo en Mozos de Cea?  Por desgracia me temo que sí.   Y es una pena la verdad, porque aunque a veces su excesivo y continuado  alboroto y sus interminables travesuras acaban molestando, o cabreando,  todo queda gratamente recompensando por  la alegría y la proyección de vida futurible que su inquieta  y energética  presencia  le confiere al pueblo. Los primeros síntomas de que los pueblos acabarán quedando vacíos en un futuro próximo, aparecen cuando ya la natalidad es inexistente y ningún niño permanezca de continuo en ellos.  Por desgracia Mozos de Cea lleva ya muchos años aquejado de esos alarmantes síntomas.  Cuando llegaba por entonces el verano, al menos por unos días, o semanas, aliviaba esos síntomas,  aunque fuera un tanto ficticio tal alivio, pero servía para  "remediar" todo ese  vacío que se percibe cuando van quedando   los pueblos huérfanos de la presencia de sus niños. Por cierto, por aquellos años en que habitualmente una treintena de niños pasaban unos cuantos días de veraneo en el pueblo, acostumbraba a organizarles los  típicos "Juegos Infantiles".  Recuerdo que todos los  años tenía que inventarme algún juego con el fin de que no se repitieran los mismos  cada año y así resultará la tarde de los juegos infantiles más amena.  Lo que no faltaba cada año en  aquellos  juegos era el clásico   concurso del baile por parejas. Sin temor ni vergüenza salían a la "pista de hierva"  y se iba moviendo cada pareja  al ritmo que marcaban los sones  del rok can roll, las sevillanas, las rumbas etc. Luego un  improvisado y circunstancial  jurado formado por alguno de los espectadores asistentes a los juegos,   una vez que terminaba el turno de cada pareja, iban  otorgándoles personalmente la puntuación que ellos consideraban oportuna.   También aparte  otro día les organizaba unos  competitivos juegos deportivos, con  sus correspondientes   pruebas atléticas,  o con la   bici, también de futbol  y en una ocasión hasta hubo un campeonato de ping-pong.   Creo que cada año impacientes  y con gran ilusión  esperaban que llegara ese día de los juegos, por el simple hecho de divertirse compitiendo por ganar alguna prueba y recibir  todos ellos  golosinas y  refrescos.  Obviamente todos  los vencedores y vencedoras  de cada prueba  recibían  aparte un premio especial  por ser los ganadores de la misma. Durante cinco años continuados organicé personalmente aquellos juegos, desde  1991 a 1995.




(En esta foto están varios de aquellos niños que participaron asiduamente en los juegos infantiles que se celebraron durante cinco años consecutivos. La foto está sacada en  el año, 1994.  Como podéis comprobar, en sus manos  portan  los distintitos trofeos y regalos que les acredita como los ganadores y segundos clasificados en las diferentes  pruebas de los juegos en que participaron aquella tarde de agosto)


Ahora centrémonos en el recuerdo que quiero exponer que no es otro que el Certamen Literario Infantil que ya he citado. Como ya  comenté al principio  fue en agosto de 1992 cuando lo convoqué (por cierto, recordaréis la mayoría que aquel año fue olímpico por antonomasia; ya saben: Barcelona, 92, mascota Cobi, éxito de los deportistas olímpico españoles, y blá, blá, blá...) La finalidad de organizar este certamen básicamente consistió en que las niñas y niños que por aquellas fechas de agosto de 1992 se encontraban en Mozos de Cea, expresaran el concepto particular que tenían sobre el pueblo desde su perspectiva infantil. Entre niños y niñas, 19 fueron en total los    que participaron en el certamen. Desconozco los motivos por lo que el resto de los otros niños que casualmente  por aquellas fechas también se encontraba en el pueblo no quisieron participar. Supongo que  se debería  a la desmotivación o la pereza la razón de no participar.  Mi intención fue el que concurriera el mayor número de niños en este evento. Pero bueno, creo que el objetivo se cumplió altamente satisfactorio con la participación de esos 19 niños, que a modo de redacción, y alguno en verso, nos dejaron sus impresiones, sus ilusiones, sus propuestas, sus quejas, sus mensajes y demás sensaciones y conceptos plasmados en un papel. En definitiva, pudimos  conocer directamente la manera de sentir y pensar sobre Mozos de Cea aquellos  niños y niñas que por entonces, exceptuando a dos de ellos- los hermanos Victor y Daniel-, todos habían nacido fuera de el pueblo, pero que un vínculo tanto paterno como materno los unía directamente a Mozos de Cea.

Resulta obvio, y necesario, que en cada Certamen Literario, aunque fuera como este a nivel local y modesto, debe haber un jurado que valore como se merece las obras presentadas a concurso. Por tal motivo nos juntamos tres personas que  hicimos de jurado y desde nuestro punto de  vista particular, e imparcial claro está,  tratamos de valorar las obras en su justa medida y dentro de nuestros conocimientos. En principio, decir que desconocíamos los nombres de autores que habían escritos  los textos cuando los leíamos. Una de las bases del  certamen era que debían entregar los datos personales del autor dentro de un sobre cerrado. Se abrirían una vez que el jurado en mutuo acuerdo confirmara quien había ganado y quien había quedado en segundo lugar . Y así se hizo. Las personas que formaron el jurado fueron las siguientes: Concha Pérez Bartolomé, Silvia Modino Fernández (hija de Valentín  y Rosa) y Rafael Bueno Novoa (o sea, yo). En casa de Concha nos reunimos una tarde el jurado para leer y valorar en conjunto  los textos presentados en el certamen, y una vez concluido su lectura y su  valoración, por unanimidad decimos conceder el primer premio a la obra presentada  en forma de poesía por  Asier Madrid Conde y el segundo premio cuyo texto estaba escrito en prosa,  se lo concedimos a  Raúl Cortina Revilla.  Estos dos niños, hoy ya todo unos "mozotes" "  uno nació en  Euskadi, concretamente Asier,  y el otro en  Asturias, o sea Raúl.  Pero ambos por el vínculo materno les une directamente a Mozos de Cea. 

Creo que resultaría un ejercicio  extenuante el  tener que transcribir ahora todos aquellos textos presentados al Certamen con el fin de publicarlos en el blog, y no digamos lo aburrido  que acabaría resultando ser para vosotros lectores tener que leerlos todos. Así que me ceñiré en publicar  a través de sendas  imágenes,  los dos textos  que ganaron el  primero y el segundo premio. En mi opinión creo que  me parece interesante el que los conozcáis. Tantos años después de ser escritos por su autores,  quiero que  ahora se defiendan de nuevo ellos mismos   ante vosotros lectores, tal como en su día lo hizo ante aquel circunstancial jurado de turno que formamos en el verano de 1992.



Este es el texto original presentado al Certamen que resultó ganador y su autor es Asier Madrid Conde


 




Este otro también es el  texto original presentado al Certamen el cual quedó en segundo lugar. El autor del mismo es Raúl Cortina Revilla. 


 
 
 
 
Espero que lo escrito y publicado en esta ocasión os haya resultado interesante y también os resultara amena su lectura. Si es así, objetivo felizmente cumplido. Si no lo fuera...se intentará lograrlo en la próxima publicación. Porque seguro que la habrá. Cuestión de espera y de tiempo.
 
 
Saludos a todas y a todos.
 
 
Rafael