domingo, 12 de abril de 2015

HISTORIAS DE LA TELEVISION

 
 
 
Y volvemos a citarnos con el recuerdo porque básicamente este blog, de momento,  el recuerdo es el leit motive del mismo. Por tanto, continuaré en la misma línea y desde la premisa de  evitar  aburriros en exceso  contándoos  las aparentemente  "batallitas del abuelo Cebolleta". Y ahora vamos al quid de las cuestión recordatoria  para que en esta ocasión  conozcáis  en cual fue el primer hogar del pueblo donde hubo ese electrodoméstico conocido como Televisión, obviamente en blanco y negro y con una sola cadena; lo del sistema Palcolor, TDT,  y las tropecientas cadenas    llegó tanto al pueblo como al resto del país  unos cuantos años después. A lo que íbamos, que en el primer hogar de Mozos de Cea  que hubo un televisor  fue en casa de Juanito  y María. En la actualidad la casa donde estaba ese hogar  por el fallecimiento de sus propietarios  se encuentra  cerrada. Supongo que alguna persona de los que siguen el blog ya conocía esta circunstancia de ser éste el  primer hogar que se pudo conectar a TVE, otros quizás  ni lo recuerden. Lo que no me cabe ninguna duda es  que la gran mayoría de los seguidores de este blog  lo desconocían, ¿verdad? Esta claro  que puede resultar intranscendente esta información que os doy, pero no me negarán ustedes que no es un tanto  curioso o anecdótico  el conocerla. Saber  con precisión el año exacto en que esa televisión se enchufó por vez primera dentro del hogar de las personas citadas me resulta bastante complicado. Lo que estoy seguro  es que no variará en  un año o dos anterior  o posterior de mediados  la década de los sesenta del siglo pasado, claro está. Desde luego que en julio del año 1966 ya estaba  en el pueblo esa   televisión porque recuerdo haber visto en ella  dos  partidos que España jugó en la primera fase del Mundial de Futbol de Inglaterra celebrado en este país  ese mismo año. Con victoria ante Suiza 2-1 y derrota ante Alemania por el mismo resultado.
 
 
Desde luego que la novedad de  que hubiera un aparato de televisor   por primera vez  a un hogar del pueblo fue en aquel tiempo todo un acontecimiento. ¡Qué años aquellos...! Uno que había oído las "maravillas catódicas" que se emitían desde ese aparato, sobre todo las retrasmisiones de los partidos de futbol,  estaba pero que muy  ansioso por comprobar  in situ si era cierto o no. Para las personas mayores  no les suponía dificultad alguna poder ver la televisión en casa de las dos persona citadas.   En cambio nosotros los niños,  que tan ansiosos estábamos por ver cuanto programa emitían, era más bien todo lo contrario. ¡Cuantas horas  de constante "pelea" en forma de  insistencia hemos pasado   en su momento, todo con el fin de  que pudiéramos  conseguir ver unas horas de televisión en aquella casa! Lo habitual era   el que nos plantáramos a diario bajo la ventana, y mientras se oía de fondo el programa que emitían por TV nosotros gritando con insistencia:
-. ¡María!...¿nos dejas ver la televisión?. ..¡María! ¿nos dejas ver la televisión? Y así una y otra vez. A coro, o de forma individual, íbamos repitiéndolo . Recuerdo que  justo enfrente de la ventana, en la otra acera,  había un pequeño rincón que ya desapareció cuando reformaron la casa del  Sr. Fausto Conde. En ese mismo rincón nos retirábamos por unos minutos y planeábamos una  nueva estrategia  que sirviera para que María accediera a nuestra petición. Acabado el consenso volvíamos a la carga. Pero más que el supuesto cambio de estrategia, lo que resultaba más a nuestro favor  era la  constante y agobiadora insistencia. Supongo que para no tener que seguir escuchando  nuestra pesada y cansina petición acababa por dejarnos entrar, no siempre de buena gana, esta señora que la verdad era  muy quisquillosa. Recuerdo el día en que a Miguel Angel y a Tinín no les dejó que pasarán dentro de la casa  porque llevaban botas de goma y  supuestamente   le iban a manchar de barro el suelo de la casa. A resto si que nos dejó entrar porque llevábamos madreñas; o sea zapatillas. Ya veis, nadie se solidarizó con "los marginados" y el resto ansiosos  para adentro que nos  fuimos.  Y como de costumbre, allí dentro,  nos acomodábamos en  cualquier espacio disponible que se encontrara en aquella cocina, no muy amplia por cierto,  y desde allí presenciar impávidos la programación de turno, normalmente infantil. Por entonces andábamos los niños  muy enganchados a aquel  programa infantil   de gran éxito como fue el de Los Chipiritifláuticos. ¿Los recuerdan?: Valentina, Capitán Tan, El Tío Aquiles,  Locomotoro, etc.  La hora de marcharnos era después de que la "Familia Telerin" nos cantara aquello de: "Vamos a la cama/ que hay que descansar/ para que mañana/ podamos madrugar". Una vez que los "telerines" silenciaran su soniquete musical, todo los niños  empezábamos a desfilar hacia la calle. Y al día siguiente, pues más de los mismo. Pelea e insistencia. Había días, muchos, que teníamos que marcharnos todo frustrados sin ver la televisión porque la señora María pasaba olímpicamente de nosotros y de nuestra pesadísima insistencia  
 
Y el tiempo fue transcurriendo. Como algo lógico y normal después de la novedad que supuso el primer aparato de televisión en Mozos de Cea,  nuevos vecinos del pueblo fueron progresivamente comprando su televisor. Creo recordar que fue en casa de Fernando y Camila el segundo hogar donde hubo éste electrodoméstico. En el hogar de Trinidad se instaló el siguiente. A éste le sucedió el de la casa de Mario y  luego en casa de D. Bernardo. Y la verdad que para los niños fue  una inmensa alegría  el que en casa del cura hubiera televisión porque esto suponía el que pudiéramos verla  si problema  alguno. Creo que esa circunstancia hizo que abusáramos todos los niños de tanta generosidad . Y es que apenas nos perdíamos  de ver un programa infantil o partido de futbol que emitieran. Había días que de mañana y tarde allí estábamos "ocupando" un montón de niños aquella pulcra cocina donde tenía instalado el televisor. Lo dicho: unos auténticos abusones y pelín egoístas por velar  siempre por nuestros propios  intereses de pequeños  telespectadores sin preocuparnos de las molestias y el agobio que podíamos causar nuestra continua presencia en  aquel hogar. Pero por fin se libró de nuestra agobiadora presencia cuando se acondicionó el portal de la iglesia para que sirviera éste como provisional Teleclub. Y allí se instalo el televisor donado por Ordenación Rural para que las personas del pueblo que no disponía de él en sus hogares tuvieran la posibilidad de verlo. Estuvo aproximadamente unos tres años en ese lugar, hasta que entre los años 1971 y 1972 en el llamado "Campo de la Virgen del Rosario" se construyó el nuevo Teleclub. Moisés Modino Bueno  fue el albañil que los edificó ayudado por las personas  del pueblo, ya que cada   día de su construcción, un vecino del pueblo hacía de ayudante del albañil. En este nuevo edificio se colocó el televisor que estuvo en el portal de la iglesia. Y ahí permaneció supongo que hasta que dejó de funcionar o se perdió el interés de verlo. Desconozco que pudo suceder con este aparato a partir de 1974, año en que emigré hacia Euskadi, por tanto he perdido la pista. Lo único cierto es que con el tiempo en la totalidad de los hogares de pueblo ya había televisor. Por cierto, durante los primeros años de la adquisición del aparato de televisión en los respectivos hogares del pueblo, en la típicas "picadillas" que los niños de Mozos de Cea teníamos con los de otros pueblos, era costumbre sacar a relucir el número de televisores que contaba cada pueblo. A mayor número de las mismas, mayor categoría ostentaba el pueblo. Y es que por entonces este electrodoméstico se le consideraba  un artículo de lujo y  que  en principio sólo en los hogares,  pongamos que pudientes,  tenían la posibilidad de adquirirlo por aquellos años. Muy diferente en la actualidad sin duda, ya que adquirir un aparato de televisor  no supone   dificultad alguna. Y eso lo corrobora el que  hoy en día seguro que  hay en algunos hogares del pueblo  más de un televisor, moderno por supuesto,  con su innovador   sistema y su pantalla plana. (Cómo diría un castizo, ¡Quien te ha visto, y quien te ve!)
 
Y esto es más o menos todo lo que os puedo comentar acerca de ese primer televisor que hubo en Mozos de Cea y alguna que otra anécdota relacionada con este  electrodoméstico. No se hasta que punto podréis encontrar interesante cuanto aquí os he comentado. Que os haya resultado entretenida su lectura, resultará suficiente.  
Saludos a todas y a todos
 
Rafael
 
 


(Aquí tenéis el video donde aparece la Familia Telerín. Eran los encargados de anunciar el final de la programación infantil y dar paso a la programación adulta. Cuando desaparecían de la pantalla, empezábamos a desfilar hacia la calle todos aquellos niños que por unas horas nos  habíamos acomodado plácidamente viendo la televisión  en la casa de Juanito y María)








1 comentario:

  1. tampoco sabia que mi primo Moises habia sido uno de los que hizo el teleclub...gracias por estas cosas...

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