lunes, 27 de abril de 2015

RECUERDOS DE AQUEL VERANO DE 1968

Seguimos nuevamente por aquí y como de costumbre haciendo que el recuerdo sea el protagonista principal  de este espacio. La verdad que andaba últimamente un tanto espeso, pelín bloqueado, para traeros aquí un nuevo texto para su lectura, y mira por donde he encontrado ayuda necesaria para poder escribirlo. La ayuda a la que me refiero se debe a esa fotografía que en la página de Facebook de Mozos de Cea a puesto  amable y nostálgicamente  María Jesús  Fernández Revuelta (Chuchina como acostumbrábamos a llamarla por aquella nuestra lejana época infantil en el pueblo). Agradecido quedo María Jesús del detalle de haber puesto esta fotografía  que aunque no esté presente en ella, me  resulta muy entrañable y emotiva.  No importa que yo no esté presente ella.  Se que este documento gráfico en blanco y negro pertenece a una época donde viví en plenitud mi infancia ,  junto a todos esos niños y niñas que sí están presente; de ahí el por qué también mi ausente  presencia tiene cabida.  Y supongo que también la de los otros niños que como yo por una u otra circunstancia no estuvimos presentes aquel día para "inmortalizarnos fotográficamente" sobre esta estampa en blanco y negro, el color que imperaba por aquellos difíciles y tenebrosos años, sin duda.
 
Y ahora hablaré un poco de esta fotografía, y de todo cuanto se relacione con ella,  obviamente apelando a la memoria y espero  que ésta no me haga cometer algún error. Ha transcurrido tantísimo tiempo desde que fue tomada esta fotografía  que no es de extrañar que algún comentario no se adecue a  su realidad y lo confunda o lo cambie. Desde luego que no será ésta mi intención. Comencemos. Esta fotografía  fue sacada en el verano de 1968, concretamente en el mes de julio. En el mismo año y mes que las dos fotografías donde aparecen los  equipos de futbol infantil y  juvenil de Mozos de Cea, las cuales  ya las dejé publicadas  al principio de este blog. No cabe duda de que el autor de esta fotografía  que ahora publico es quien por entonces era nuestro "fotógrafo oficial": Tomás Pacho Taranilla, un fraile  que  pertenece a la Orden de los Pasionistas. Actualmente  este fraile se encuentra residiendo en Venezuela. La fotografía está sacada frente a la casa de Luis y Ana Mari. Como todos sabéis edificio situado en la calle Cascajera, donde otrora también estuvo ubicado el frontón.  En la fotografía junto a los niños del pueblo está Angel Urbina Olarte natural de Miranda de Ebro (Burgos), aunque en la actualidad vive en Elche (Alicante). De este señor  ya os he hablado con anterioridad también. Angel vino a Mozos de Cea  aquel verano a hacer practicas de magisterio recién acabada su licenciatura. Y allí estuvo durante todo ese mes. Asistíamos a sus clases    los niños que permanecíamos durante todo el año en el pueblo, y también algunos que circunstancialmente se encontraban veraneando en el pueblo por aquellas fechas. Por cierto, las clases resultaban muy amenas, desde luego que menos restrictivas y rutinarias como las que nos impartía la maestra de turno  durante el curso escolar anual.  Aparte de las clases en la escuela, también con él  jugábamos mucho al futbol ya que era un gran aficionado a este deporte. De ahí ese especial   partido que se organizó entre dos equipos de Mozos de Cea, del que ya os hablé también, como despedida a este joven. No faltó aquel verano la excursión escolar.  Recuerdo que en cierta ocasión varios niños que asistían a su clase fueron con él   a Renedo, hasta el paraje de Fuente Entable,  donde supuestamente nace el río Valderaduey.  No cabe duda de que    la presencia de este joven maestro en el pueblo, aquel verano de 1968 resultó muy entretenido. Por cierto, cada día de ese mes  que estuvo presente en el pueblo "El maestrín" (así era como cariñosamente se le llamaba) cada vecino del pueblo que  tuviera niños que asistieran a su clase, se encargaba de su manutención, en cambio en  casa de Trinidad Antón  durmió durante  su estancia en el pueblo. Supongo que para no cambiar el guión, ya que en esa misma casa pernoctaba la maestra oficial que  impartía sus clases docente en la escuela de Mozos de Cea por aquellos años, Honorina López. Fallecida en la primavera de 2012 como también os comenté. 

Ahora reubicaré esa fotografía que nos dejó en Facebook gentilmente María Jesús y debajo de ella escribiré los nombres de ese grupo escolar, que sonriente la mayoría de ellos, posan en esta fotografía. Supongo que tendréis ganar de conocer todos los nombres de los mismos. Obviamente la mayoría de ellos conoceréis, pero estoy seguro que el nombre de alguno no tendréis ni la más remota idea de quién es. Y puede que hasta os sorprenda cuando halláis leído el nombre que a continuación os dejaré escrito. Sin más dilación pondré esa fotografía y escribiré un breve texo indicativo debajo de ella.


GRUPO ESCOLAR DE MOZOS DE CEA, VERANO 1968

 
 
 
(En primer plano aparece destacando por su atura primero Angel Urbina Olarte y Pedro Fernadez Revuelta (Pedrín). La primera fila de izquierda a derecha: Teresa, Mariluz (Lucita), Crucita, Mª Carmen, Esperancita y José Ramón (Este es de Valdavida, sobrino de Alejandro y Aquilina). La siguiente fila, también de izquierda a derecha: Maria Jesús (Chuchina), Celia, Ernestina, María Jesús Morán, Andrés (Este vivía por entonces en Puentecastro, es hijo de Lina y Aníbal), Ausencio (Hijo de Dionisio e  Hipólita), Tinín, José Javier (Este vivía en León, hijo de Celsa y Teófilo), Leonila, Luisito, Angel y Julianín.)
 

¿Os ha sorprendido el nombre de alguno de ellos? Supongo que sí. No es para menos ya que seguro que es la primera vez que oís su nombre. Aunque sólo estén presente 19 niños en la fotografía, recuerdo que solíamos ser unos cuantos más los que a diario asistíamos a  clase. Imagino que por cualquier circunstancia sólo se encontraban los presentes en la fotografía. Hay que reconocer que la estancia de este joven en el pueblo, coincidió con la temporada en que    los vecinos del pueblo  estaban plenamente inmersos en esas fatigosas  labores agrícolas relacionadas con la cosecha de los cereales. Y desde su limitada capacidad, los niños acostumbraban a ayudar a sus padres en estas faenas, por lo tanto muchas veces las obligaciones agrícolas impedían asistir a las clases que impartía "El maestrín"   en aquella vieja y hoy lamentablemente derruida escuela. En fin; tal como lo viví y lo recuerdo, así os lo he contado. Que os guste o no, o que os pueda suscitar un mínimo interés, queda a la interpretación de todos los que os molestéis en leerlo.

Saludos a toda y a todos

Rafael

 

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